jueves, 28 de noviembre de 2013
Presentación del Milenio del Reino de Badajoz en la Casa Árabe de Madrid
Madrid,13/11/2013 - www.casaarabe.es
El Miércoles 13 de noviembre a las 12:00 horas tendrá lugar la presentación del programa de actividades culturales para la conmemoración del Milenio del Reino de Badajoz, una apuesta conjunta del Gobierno de Extremadura y el Ayuntamiento de Badajoz, que quiere reivindicar el legado histórico de la ciudad y multiplicar su oferta cultural con exposiciones, conciertos, libros y cine.
El programa incluye la exposición Epigrafía árabe en Badajoz, que permanecerá en el Museo Arqueológico Provincial hasta enero de 2014. En ella se puede contemplar la importante lápida funeraria con el epitafio de Sabur, primer soberano independiente de Badajoz. Se exhiben siete piezas de epígrafes funerarios, que abarcan los periodos taifa, almorávide y almohade, dos de ellas procedentes del Museo Arqueológico de Madrid.
Por otra parte, el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo acogerá, desde abril hasta junio de 2014, la muestra de imágenes Badajoz antes de ayer, del fotoperiodista local Antonio Pesini, que recoge los paisajes y rincones de la ciudad. Asimismo, la Biblioteca de Extremadura albergará la exposición bibliográfica Badajoz: mil años de libros, donde se podrán contemplar las fuentes documentales que estudian el periodo taifa de la historia de Badajoz.
Como actividad complementaria, se publicarán los libros La Alcazaba de Badajoz: nuevas aportaciones arqueológicas y Badajoz en Mil imágenes, así como el cómic Milenio del Reino de Badajoz destinado a los más jóvenes.
Como actividad complementaria, se publicarán los libros La Alcazaba de Badajoz: nuevas aportaciones arqueológicas y Badajoz en Mil imágenes, así como el cómic Milenio del Reino de Badajoz destinado a los más jóvenes.
Se celebrarán varios conciertos en distintos espacios patrimoniales, como el Museo Arqueológico, la Catedral o el MEIAC. Cabe destacar el estreno de la composición musical creada para conmemorar esta efeméride por Gómez Deval y Soler Solano, que será interpretada por la Banda Municipal de Música.
Con respecto al cine, la Filmoteca de Extremadura y el CineClub propondrán dos ciclos. Se proyectarán películas relacionadas con el pasado y presente del mundo árabe. El teatro también tiene un hueco en esta programación, los alumnos de CEIP San Fernando representarán la obra Badajoz mil años de historia, destinada a centros escolares. Por otro lado, y con el mismo fin educativo, se proponen varios concursos de dibujo y redacción, así como dos visitas guiadas por los restos y vestigios de la época aftasí de Badajoz.
El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, afirmó que su deseo era que la celebración del milenio tuviera tres componentes fundamentales: cultural, científico y divulgativo. La conmemoración del Milenio del Reino de Badajoz finalizará con la celebración de la fiesta Almossassa.
ZIRYAB
Fernando Valdés (arqueólogo) 18/11/2013 - Periódico Extremadura
Foto de ZIRYAB en los archivos árabes ( BATALIUS )
Ya saben ustedes que la escuela de música que se creó en al-Andalus resulta uno de los capítulos más gloriosos de la árabe y de la universal.
Ya los primeros príncipes omeyas habían traído a nuestra península los sones de sus antepasados y, muy especialmente, los de la llamada Escuela de Medina, que era, por aquel entonces, lo más clásico y sagrado del Islam. Pero sería a comienzos del siglo IX, reinando Abd al-Rahman II, cuando un músico iraquí, salido con cierta prisa de Bagdad, llegó a Córdoba, fundó una academia de música y danza, se convirtió en amigo del emir y en un auténtico árbitro de la elegancia de la capital del Islam occidental.
El fulano en cuestión se llamaba Ziryab, que es un mote alusivo a una especie de mirlo -negro y buen cantor-, porque, al parecer, era muy moreno.
Ziryab hizo mucho por la música de los omeyas andalusíes. Añadió un quinto par de cuerdas a uno de los laúdes que se tañían aquí, el precedente de la guitarra española, y trasladó a este lado del Mediterráneo las refinadas composiciones de la antigua corte iraní de los sasánidas y de sus sucesores artísticos, que no ideológicos, los abbasíes. Toda la música árabe occidental posterior procede de Ziryab y de su academia cordobesa y, todavía hoy, es la que se considera clásica en el Magreb -Túnez, Argelia y Marruecos-. Batalyús estaba por fundar.
La cosa del Milenio sería un buen momento para que actuase en Badajoz algún buen conjunto de 'andalusiyat' o músicas andalusíes a la que era tan aficionado uno de los monarcas locales. Hablo de un conjunto marroquí, no español disfrazado, ni de fantasías imposibles de fusión.
Pues bien, llegados a este punto, no entiendo qué relación tienen Porrina de Badajoz y Ziryab.
El primero era moreno, pero no tanto; ambos eran muy elegantes, pero de otro modo.
Ni, tampoco, el gran cantaor con los reyes de Taifas. Vamos, que no comprendo por qué sonó la música del genial gitano en la conmemoración -arbitraria- de un reino beréber vestido de árabe. Seguro que en el Ayuntamiento, en su sabiduría, podrían responder, si quisieran. Porque, no puedo creerme que tan solemne momento en plena Plaza Alta fuera una chapuza. Eso en Mérida no pasa.
martes, 29 de octubre de 2013
Exposición de Epigrafía Árabe en El Museo Arqueológico de Badajoz
Badajoz , 21 / 10 / 2013 - Islam Extremadura
El Imam de Badajoz y presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura , Adel Najjar con la Consejera de Educación y Cultura doña Trinidad Nogales , y el alcalde de Badajoz Francisco Javier Fragoso Martínez ( Foto Santiago )
El Imam de Badajoz y presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura , Adel Najjar con la Consejera de Educación y Cultura doña Trinidad Nogales , y el alcalde de Badajoz Francisco Javier Fragoso Martínez ( Foto Santiago )
El presidente de la Unión de Comunidades islámicas de Extremadura , Adel Najjar ha recibido una invitación de la Consejera de Educación y Cultura , doña Trinidad Nogales, para asistir al acto de inauguración de la exposición “Epigrafía Árabe del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz”, Acto encuadrado en la Conmemoración “Milenio del Reino de Badajoz”.
Acudió al acto el alcalde de Badajoz , Francisco Javier Fragoso Martínez , La Teniente de Alcalde delegada de Turismo, María José Solana y otros concejales del ayuntamiento de Badajoz .
El director del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz que organiza la exposición "Epigrafía Árabe en Badajoz" , Guillermo Kurtz Schaeffer declaró que la exposición recoge piezas de gran valor histórico, de la época musulmana del Reino de Batalius ,añadiendo dos piezas llegadas de Madrid, de los fondos del Museo Arqueológico Nacional , Se trata de dos lápidas encontradas en Badajoz. Dos inscripciones funerarias del siglo XII halladas en el curso de los trabajos de ampliación realizados en 1876 en el cuartel de Caballería La Bomba.
Una de ellas fue el epitafio de un martir desconocido asesinado por los almorávides y otra es de un alfaquí o médico con ocasión de un ataque cristiano a Badajoz. En una de ellas se encuentra por primera vez la palabra "Badajoz" en escritura cúfica para designar a la ciudad, algo a lo que los entendidos dan un tremendo valor histórico.
El Museo Arqueológico estará abierto al público hasta el próximo 10 de enero de 2014 , de martes a domingo, de 10:00 a 15:00, permaneciendo cerrado los lunes.
Badajoz inicia los actos del Milenio del Reino Taifa con una exposición de inscripciones árabes
BADAJOZ, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El programa, que se desarrollará hasta septiembre de 2014, incluye más de una veintena de actividades como conciertos, publicaciones y cine
La exposición 'Epigrafía árabe en Badajoz' ha abierto este lunes en el Museo Arqueológico Provincial el programa de actos conmemorativos del Milenio del Reino de Badajoz, que ofertará hasta septiembre del próximo año más de una veintena de actividades culturales, entre las que se incluyen cine, música, exposiciones y visitas guiadas por la Alcazaba.
A esta efeméride, que conmemora los mil años de la creación del Reino Taifa de Badajoz tras disolverse el Califato de Córdoba, se han sumado el Gobierno de Extremadura y el Parlamento de Extremadura.
De esta forma, la consejera de Cultura, Trinidad Nogales, ha acompañado al alcalde de la capital pacense, Francisco Javier Fragoso, en la presentación del programa y la posterior inauguración de la exposición, que muestra hasta el 10 de enero siete epígrafes funerarios de los siglos XI y XII.
Nogales, que ha calificado este programa de "ambicioso", ha destacado el apoyo del Gobierno regional a esta conmemoración que, según ha dicho, pretende, "además de reivindicar un legado histórico tan importante", multiplicar la "oferta cultural en la ciudad, demostrando que la cultura no es solo un acto de goce espiritual sino que también es un foco de dinamización de todos los territorios de Extremadura".
También se ha referido a la "diversidad" y la "amplia" oferta que caracteriza este programa de actos que recuerda que "hace mil años Badajoz fue la capital de un reino que abarcaba desde Lisboa hasta más allá de Trujillo, por lo que se convirtió en uno de los reinos más importantes Al Andalus, tanto por su extensión territorial como en intensidad cultural".
El programa de actos incluye una exposición bibliográfica sobre la cultura andalusí y la influencia de Al Andalus en Badajoz, que se mostrará en la Biblioteca de Extremadura; unas jornadas de historia en las Casas Consistoriales y un ciclo de cuatro conciertos de música andalusí, música antigua cristiana, del renacimiento y música contemporánea en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac); además de un concierto de música en la plaza Alta patrocinado por Telefónica.
En el apartado musical habrá otro concierto a cargo de la Orquesta de Extremadura y otro de la Banda Municipal de Música, que estrenará un poema sinfónico creado para esta conmemoración.
También habrá teatro para centros escolares y una muestra de imágenes del fotoperiodista local Antonio Pesini, publicadas en el Diario HOY, que ofrecen paisajes y rincones de la ciudad, que también se expondrá en el Meiac.
De la misma manera, el ayuntamiento editará un cómic sobre el milenio, con textos de Alberto González, cronista de la ciudad, organizará concursos escolares, visitas guiadas a la Alcazaba y teatralización de cuentos y escenas de la época.
También se ha organizado de enero a junio en el Centro de Ocio Contemporáneo (COC) un ciclo de cine árabe con la proyección de películas clásicas y modernas, en las que se podrá conocer el pasado y el presente del mundo árabe. Mientras que el Parlamento de Extremadura acogerá en abril una galería de fotografías donde se muestran los rincones más representativos de Badajoz y su historia.
El colofón de esta conmemoración se vivirá con motivo de la fiesta de Al Mossassa Batalyaws, que Badajoz celebra en septiembre, y que en su próxima edición acogerá una serie de sorpresas que el alcalde, Francisco Javier Fragoso, no ha querido desvelar.
El primer edil pacense ha indicado que en el programa se ha tenido en cuenta lo científico y lo divulgativo, con el objetivo de "sembrar la semilla del reconocimiento y el orgullo" entre los ciudadanos.
Además, según ha dicho, habrá elementos que perdurarán, como la instalación de luz y sonido en la Plaza Alta, que ha sido cofinanciado por el ayuntamiento y la empresa Philips, una de las patrocinadoras junto con Endesa Sevillana, Telefónica, Caja Extremadura y Caja Badajoz. Esta instalación se estrenará el próximo sábado con un espectáculo.
También la ciudad va a contar con un cupón de la ONCE específico de esta efeméride, así como un sello de Correos y un décimo de la Lotería Nacional, según Fragoso, quien ha recordado que el Milenio del Reino se presentará también en Lisboa y en la Casa Árabe de Madrid.
LA EXPOSICIÓN
La muestra de inscripciones de época andalusí que se encuentra expuesta en el Museo Provincial de Badajoz alberga una pieza "muy importante", según la consejera, ya que se trata de la lápida funeraria de Sapur, "el alto funcionario califal que tras disolverse el Califato de Córdoba se hizo cargo de gobernar la parte inferior y la convirtió en el reino taifa de Badajoz".
Trinidad Nogales ha destacado que esta exposición "es pequeña en tamaño, pero no en importancia y calidad". La integran siete epígrafes funerarios, dos de reyes taifas "que son piezas muy singulares y escasas", así como dos alfaquíes (doctores de la ley coránica).
La exposición abarca cronológicamente los periodos taifa, almohade y almoravide, y algunas de las piezas hacen mención a algún ataque cristiano a la ciudad previo a la Reconquista. El Museo Arqueológico Nacional ha cedido dos piezas para esta
Estudio epigráfico : Badajoz no existió antes de su fundación árabe
BADAJOZ, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio epigráfico, elaborado por José Luis Ramírez Sádaba, fundamenta que Badajoz "no existió antes de su fundación árabe", si bien en su alfoz se diseminaron poblaciones romanas, como en la Cocosa, en la zona de Las Vegas y probablemente en algún cerro próximo.
El autor se ha recorrido pueblos y fincas en busca de inscripciones, la mayoría escritas en soportes de granito y mármol, para fundamentar este hecho. Ha estudiado estas inscripciones hechas sobre materiales duros, estableciendo metodologías para leerlas e interpretarlas, con el objetivo de aclarar el "origen del misterio" de Badajoz antes de su fundación.
Este es el contenido del libro 'Badajoz antes de la ciudad. El territorio y su población durante la Edad Antigua', que se ha presentado este jueves en la Diputación Provincial, en el marco de la Feria del Libro que se celebra en la capital pacense.
En el libro se recoge que Badajoz se funda el 875 d. C, y aunque se ignora el alfoz que recibió en el acto de su fundación, pero se recompone en este estudio de investigación "tomando del territorium emeritense aquella parte que los cristianos le asignaron al reconquistarla", según informa la Diputación de Badajoz en ntoa de prensa.
Explica que el término 'alfoz', de origen árabe, hacía referencia a un conjunto de pueblos que formaban una sola jurisdicción. Dicho espacio, plenamente romanizado y cristianizado, cayó bajo dominio árabe y será el fundamento demográfico y económico de la nueva ciudad. En los apéndices el libro se añaden todos los documentos epigráficos que constatan esta realidad, con el fin de que el lector pueda verificar la historia que, de forma suscinta, constituye la primera parte de esta publicación.
Cabe destacar que este libro se enmarca en la colección 'Historia de Badajoz y su Alfoz', cuyo responsable, Fernando Valdés, ha escrito el prólogo del volumen presentado este jueves.
Según explicó Fernando Valdés en la presentación, en esta nueva publicación se constata que tras más de cuatro décadas de excavaciones no ha aparecido ningún vestigio que justifique la existencia de una población romana, lo que algunos historiadores denominaron 'Pax Augusta'.
Por su parte, Ramírez Sábada, aceptó el encargo de este trabajo bajo la condición de que la documentación recopilada fuera contrastada, "es decir, vista físicamente y fotografiada".
José Luis Ramírez Sábada, catedrático de latín de Enseñanza Secundaria y de Historia Antigua de la Universidad de Cantabria. Interesado en la didáctica del latín (coautor de libros de texto, Anaya 1976 y 1977), ha recopilado las inscripciones latinas de la provincia pacense en estudios como 'Estelas romanas de la provincia de Badajoz: su significado sociológico', 'La demografía del territorium emeritense', 'O homem e a morte na Lusitania', 'Los devotos de las divinidades indígenas en Lusitania. El paradigma de Lancia Oppidana', 'Epigrafía monumental cristiana en Extremadura' y 'Onomástica indígena en la Baeturia céltica'.
Almossassa espera 100.000 visitantes a pesar de la lluvia
Badajoz,28/09/2013 - hoy.es - NATALIA REIGADAS
Ir a Almossassa aunque sea con paraguas. Fue la petición ayer del alcalde de Badajoz, Francisco Fragoso, a los pacenses. La lluvia va a perjudicar la fiesta de la fundación de la ciudad pero los organizadores aspiran a conseguir hasta 100.000 visitantes.
Se trata de una proyección ambiciosa, ya que esta es la cifra de visitantes que se logró el año con mayor público que fue 2011. En 2012, que también llovió, los comerciantes calculan que se quedó en la mitad, es decir, unos 50.000.
El alcalde también aprovechó la inauguración de Almossassa ayer para anunciar que la fiesta dará un salto de calidad el año que viene con motivo de la celebración del milenio de la fundación del Reino de Badajoz. En el año 1010 estalló una revolución en Al Ándalus y fueron surgiendo territorios autónomos. En torno a 1013 se calcula que se instauró el territorio taifa de Batalyaws.
Por esa razón Fragoso explicó ayer que las celebraciones por los mil años comenzarán el mes que viene y se alargarán durante todo el año hasta culminar en el Almossassa de 2014. «Mi voluntad es que la fiesta del año que viene sea una fiesta con un salto de calidad muy importante porque espero que sea el colofón a la celebración de los mil años». «Es muy importante que los pacenses conozcamos nuestra historia para estar orgullosos de ella porque hemos sido uno de los reinos más importantes de la península», añadió.
En cuanto a la presente edición el alcalde destacó que han aumentado un 40% los puestos, ya que pasan de un centenar a 140 entre el Campillo, la Plaza Alta, la Plaza de San José y la Plaza de Santa María. «Hay que agradecer en estos momentos de dificultades económicas poder mantener con el mismo nivel, incluso incrementándose».
Jaima solidaria
Otra novedad en esta edición es la jaima solidaria promovida por la Asociación de Celíacos de Extremadura (ACEX) y Corderex en la Plaza de Santa María. El objetivo de este puesto, en el que servirá cuscús con cordero, es reunir fondos para enviar alimentos adaptados para celíacos al desierto de Sáhara. Se trata de ayudar a los niños que sufren esta enfermedad en los campos de refugiados y no cuentan con el material necesario.
En cuanto al programa, y si la lluvia lo permite, habrá diversas representaciones callejeras. Estará el grupo marroquí Rabal que destaca por la música árabe y los bailes, desde Sevilla también tocan instrumentos antiguos los miembros de 'Trifol' donde destaca la gaita. El Emir de Badajoz y su mujer, así como sus guardaespaldas y séquito, estarán representados por los actores de 'Todoterror' y los colaboradores de Cabalburr que una vez más organiza el mercado. Además de los pasacalles hay un rincón infantil con juegos tradicionales y también cetrería.
Como es tradición, además, estará abierta la Torre de Espantaperros para los que quieran visitarla y ver las vistas. Será desde las 11.00 a las 22.00 horas. Así mismo a las 10.30 habrá una visita guiada a la zona rehabilitada de la Alcazaba. Comenzará a las 10.30 horas en las Casas Mudéjares y hará especial hincapié en el pasado árabe de la ciudad.
martes, 22 de octubre de 2013
La batalla (y II)
Badajoz,08/09/2013 - Fernando Valdés - El periódico Extremadura
TQtuizás el aspecto más interesante de la batalla de Zallaqa fuera el táctico. Resultó ser una de esas ocasiones en que se presentan innovaciones técnicas cuya poca adaptación a las circunstancias provocó un resultado negativo. Lo explico.
En esa ocasión el rey Alfonso VI de León llevaba entre sus tropas, cuya cifra exageran las crónicas, un cierto número de contingentes de infantería equipados con una innovación europea: la cota de malla. Se trataba de una vestidura fabricada con pequeñas anillas de hierro entrelazadas. Era una defensa casi infalible contra las armas del momento, pero resultaba muy pesada y había de llevarse sobre una camisa de cuero, para evitar roces y sarpullidos. Total, protegía, pero agobiaba, y, además, debía ser carísima. Muy pocos tenían capacidad para llevarla, por resistencia física y económica. Pueden verse los primeros modelos en los capiteles románicos más antiguos.
A pesar de todo, el rey leonés utilizó a los guerreros equipados así, fuera de lo habitual en la península Ibérica, como fuerza de choque. Ese otoño debió ser muy cálido en esta región y aquellos combatientes venían extenuados por una larga marcha y unas temperaturas demasiado elevadas para la fecha. El monarca se pasó de listo, parece haber incumplido los plazos acordados con el enemigo -la coalición de magrebíes y andalusíes- para comenzar el combate e hizo cargar a sus tropas desde muy lejos, para tomarlo desprevenido.
El resultado fue desastroso. Según los cronistas árabes hubo más leoneses muertos por sofoco que por las armas contrarias. Y, al final, la guardia negra del sultán almorávide, que estaba de reserva, cargó. Aquello fue una hecatombe. Al propio rey le dieron un tajo en el muslo y quedó malherido. Sus huesos, conservados en Sahagún, aún muestran la marca. Moraleja: no siempre quienes introducen novedades consiguen ventajas. Sobre todo si no las adaptan a las necesidades reales.
Como el turismo de Badajoz. Díganme si esta historia no merecería una conmemoración, una plataforma para apoyarla y un coordinador de la Junta, de fuera si es posible, para convertirla en banal.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Un curso rescata un aljibe medieval y un poblado islámico en Capilla
Badajoz,29-08-2013,EFE
Un curso de arqueología desarrollado este verano por el Ayuntamiento de Capilla en el castillo de esta localidad pacense ha permitido sacar a la luz una tercera nave de un gran aljibe medieval y ampliar la excavación de la antigua población islámica de Kabbal, según ha informado a Efe el alcalde Raimundo Pimentel.
La segunda edición de este Curso de Especialización en Arqueología para Estudiantes Universitarios ha sido impartido por la empresa Baraka Arqueólogos y ha contado con la participación de una docena estudiantes de diferentes universidades.
Las excavaciones arqueológicas han continuado los trabajos iniciados el pasado verano. Se ha ampliado la excavación del patio del castillo en el que el verano pasado se localizó un aljibe y una habitación rectangular creada en el mismo momento en el que fue construida la línea de muralla con tres fuertes torreones con que cuenta la fortaleza.
La excavación del primer recinto del castillo de Capilla ha sacado a la luz una tercera nave de este aljibe. Esta infraestructura medieval se encuentra "perfectamente conservada" y presenta una puerta de acceso por el extremo norte.
El Alcalde de Capilla, una pequeña población de unos 180 habitantes situada en el al este de la provincia de Badajoz, cerca del límite con la provincia de Ciudad Real, ha destacado que esta construcción tiene la "peculiaridad" de que cada nave tiene diferencias constructivas, convirtiéndose en un elemento de "gran belleza y atractivo turístico" cuando se logre excavar en su totalidad.
Además, sobre la estructura del aljibe han aparecido los restos de un patio medieval con "magnificas" losas de caliza y parte de las caballerizas de este recinto defensivo.
Por otra parte, en la excavación situada fuera del castillo se ha avanzado en el descubrimiento de la antigua población islámica de Kabbal, "sacando a la luz nuevas habitaciones con abundante ajuar del siglo trece".
Pimentel ha asegurado que el objetivo del Ayuntamiento de Capilla es rescatar la historia y el patrimonio arqueológico de la zona del castillo y del asentamiento que existió en época almohade y que fue abandonado en 1.226 después de catorce semanas de asedio por parte de las tropas de Fernando III "El Santo".
De esta forma, ha añadido el edil, la riqueza arqueológica, junto al paraje natural del embalse de la Serena, deben convertir a Capilla en un municipio con "gran atractivo" turístico.
sábado, 7 de septiembre de 2013
El Reino de Badajoz - Tā'ifa al-Batalyaws
Badajoz , 7/9/2013 - Elaborado por Juntaeru
La ciudad de Badajoz fue fundada por Ibn Marwan en 875 con el nombre de Batalyaws. La ciudad formó parte del Califato de Córdoba hasta que en 1013 Sabur (de nombre completo ‘Abu Muhammad Abdallah ben Muhammad el-Sapur al-Saqlabi’) tomó el poder en gran parte de la antigua Lusitania, desde Mérida a Lisboa, y se proclamó rey creando el Reino de Badajoz.
Podemos ver en el mapa la extensión que alcanzó el Reino de Badajoz en el Siglo XI, cuando englobaba casi la totalidad de la actual Extremadura.
Al morir Sabur en el año 1022, y a pesar de tener dos hijos, le sucedió en el poder su visir, Maslama ibn al-Aftas, iniciando así la dinastía de los Aftasíes, de origen bereber, que reinará durante setenta y dos años.
El sucesor de Maslama, Muzaffar, inicia la etapa de esplendor del Reino convirtiendo Badajoz en un importante centro cultural y literario. Él mismo compuso una enciclopedia en 50 volúmenes denominada Kitab al-Muzaffari. En 1072, Omar se convierte en rey de Badajoz y adopta el título de al-Mutawakkil, manteniendo el intenso movimiento cultural que había comenzado con el reinado de su padre Muzaffar y que reunió en la ciudad a la élite literaria andalusí.
Pero en 1079 Alfonso VI conquista Coria y el reino aftásida pierde así una de sus principales plazas. Un año después la presión cristiana se vuelve insostenible tanto para el reino de Toledo como para el de Badajoz. Al-Mutawakkil toma el Reino de Toledo para intentar hacer frente de forma organizada a Alfonso VI. Sin embargo, se ve obligado a retirarse a Badajoz y en 1085 cae Toledo.
En 1086, Al-Mutawakkil, en una carta al emir almorávide, expresa la desesperación de los demás reyes taifas y le urge para que venga a combatir a los cristianos. Los almorávides llegaron a Al-Andalus en Junio y se enfrentaron a las tropas cristianas en Zalaca el 23 de Octubre, muy cerca de Badajoz.
Los almorávides derrotan a los cristianos esta vez pero observan también la debilidad de los reinos de taifas. En 1090 vuelven a cruzar el estrecho y, uno a uno, van ocupando todos los reinos peninsulares. Llega así el año 1093: Al-Mutawakkil intenta salvar su reino pero Alfonso VI toma Lisboa y en 1094 los almorávides ocupan Badajoz.
Al-Mutawakkil y su familia fueron apresados y más tarde ejecutados bajo la acusación de haber colaborado con los cristianos. Sin embargo, uno de sus hijos, Naym, consiguió escapar y refugiarse en el castillo de Montánchez donde se hizo fuerte y se proclamó último Rey de Badajoz con el nombre de Al-Mansur. Tras dos años de resistencia, en 1096 se rindió definitivamente a los almorávides y huyó al norte para entregarse a Alfonso VI.
En 1144 los almorávides son atacados en su propia tierra, Marruecos, y tienen que replegarse. Esto permite que durante unos años el antiguo Reino recupere una cierta independencia siendo Aben Hacham y Sidrey los gobernantes. Pero esta vez serán los almohades los que frustren el intento ocupando nuevamente el Reino en 1151.
Este dominio almohade se ve interrumpido entre los años 1165 y 1169 cuando aparece Geraldo sem Pavor, un noble portugués, conquistando para Portugal el Alentejo y las plazas de Cáceres, Trujillo, Montánchez y Monfragüe.
Resulta significativo que ya a estas alturas León y Portugal se habían repartido el Reino de Badajoz. Así, como Geraldo no ha respetado el pacto y ha invadido la parte que supuestamente corresponde a León, el Rey de León aprovecha el intento portugués de conquista de Badajoz para capturar tanto a Alfonso I como a Geraldo. Portugal se ve de esta forma obligado a renunciar a todo lo conquistado y el antiguo Reino de Badajoz vuelve a manos almohades.
El año 1227 marca el inicio de la desaparición del Reino de Badajoz. Progresivamente irán cayendo las ciudades batalyawsíes en manos de León, Castilla y Portugal hasta convertir el Reino de Badajoz en tan sólo un recuerdo.
Fuimos reino, pero siempre nos han vendido que como era un reino musulmán no debíamos considerarlo parte de nuestro pasado. Como si sólo formaran parte de nuestra historia los Reinos de León, Castilla o Portugal.
Esto ha hecho que los extremeños nos consideremos siempre como descendientes de repobladores, como gente sin pasado ni historia. Durante siglos han tratado de vendernos que aquí no había nadie, que esta era una tierra yerma y desolada, y que fueron castellanos, leoneses y portugueses los que la poblaron y repoblaron pero no es cierto: ellos sólo fueron las élites gobernantes, que nos trajeron sus idiomas y que un día hace ya casi novecientos años comenzaron a dividirla en dos.
A lo largo de la historia muchos son los que han pasado por nuestra tierra pero sólo deberíamos llamar antepasados a quienes la amaron y respetaron, a los que la sentían como su patria y no como una provincia y ,sobre todo, a los que la hicieron libre y defendieron su libertad.
Por tanto los batalyawsíes son nuestros antepasados y, por el mismo motivo, no podemos considerar como tales a quienes sólo vinieron a dominarnos y expoliarnos: es decir, castellanos, leoneses, portugueses y, por último, españoles.
Podríamos incluso considerar que, del mismo modo que Fenicia era sólo el nombre que los griegos daban a Canaán o Al-Andalus el nombre que los árabes dieron a la tierra de la que venían los vándalos, Extremadura es solamente el nombre que nos dieron nuestros vecinos y futuros invasores del norte y que ahora nos dan los españoles. Nuestro nombre bien podría haber seguido siendo Batalyaws.
Nosotros, los extremeños de ahora, 1000 años después, recordamos a los batalyawsíes. Porque su espíritu sigue vivo en nuestra tierra, su arquitectura sigue presente en nuestros pueblos y su cultura sigue presente en nuestras tradiciones. Porque no consiguieron borrar la huella batalyawsí es ahora nuestra tarea recuperarla y dignificarla.
Batalyaws ila al abad!
بطليوس إلى الأبد
La batalla (I)
Badajoz,02/09/2013
Profesor Fernando Valdés
En una ciudad que celebra tantos aniversarios con tan poco fruto científico como aprovechamiento de las oportunidades de ganancia es sorprendente que pasase desapercibido –en 1986- el aniversario de la batalla de Zallaqa –o Sagrajas-, que no sólo tuvo una gran importancia militar, sino que colocó a Batalyús, por una vez, en el centro de la política peninsular. Es verdad, que la ganó una coalición de monarcas musulmanes y la perdió el rey de León, pero si celebramos el milenario del reino taifa, fuerza es congratularnos de sus victorias. ¿O, no? A ver si vamos a capitalizar en nuestro beneficio –creo que cultural- sólo los éxitos frente al resto de los musulmanes.
Se nos vería la patita por debajo de la piel de corderito. Volveríamos a demostrar que nos mueve el localismo y el nacionalismo más rancios y, muy poco, un espíritu abierto y tolerante.
Pues bien, resulta que, el 23 de octubre de 1086, una coalición de príncipes andalusíes, dirigida por el sultán de Marraqués, Yusuf ibn Tashufin, se presentó en Batalyús.
No formaban parte de ella –al menos en presencia- todos los reyezuelos taifas. Alguno se excusó. Tenía, como de costumbre, una agenda muy cargada. Y eso que el monarca almorávide había acudido a ayudarlos contra la presión, cada vez más insoportable y ventajista, de los príncipes neogóticos del norte de la Península. Unos –ricos, débiles y divididos- pagaban la protección de los otros y éstos empleaban el dinero en financiar la edificación de iglesias románicas y, en el caso de León, no sólo por devoción, sino para contrapesar la influencia de Roma, quien pretendía someter al reino no sólo a su autoridad religiosa, sino a sus dictados políticos. Eso era demasiado hasta para el rey de los leoneses.
El dinero de los árabes se empleaba sobre todo como contrapeso político. También para comprar mercancías de lujo en los mercados andalusíes del sur, y, en los principados meridionales, para contratar mercenarios cristianos que los ayudasen a mantener su autoridad –ilegítima- sobre sus súbditos y a defenderse de sus vecinos, los otros reyes de las taifas. Las llamadas parias o tributos eran el combustible que hacía funcionar un motor económico, religioso y político.
lunes, 24 de junio de 2013
Almorávides المرابطون
24/06/2013 - Profesor Fernando Valdés
Mapa muestra las zonas controladas por los Almorávides
De todas las épocas de Batalyaus la menos conocida es el período de los Almorávides, a comienzos del siglo XII, que entraron mal y salieron peor de esta región y, a la postre, de al-Andalus. Originalmente los miembros de ese movimiento procedían, más o menos, del norte del llamado Sahara Occidental y reciben su nombre porque se formaron en un “ribat”, un lugar –sin especial forma arquitectónica- al que se iba a hacer vida de oración y a luchar por la defensa del Islam. De movimiento religioso estricto pasaron a movimiento político y a crear una dinastía y un enorme imperio en África.
Antes de pasar a al-Andalus como conquistadores, habían llegado como aliados de los ricos y débiles reinos de Taifas.
Los ayudaron a vencer en Zallaqa/Sagrajas, pero se dieron cuenta de que aquellas dinastías ibéricas no eran capaces de unirse ante los enemigos neogóticos cristianos y, llegado el caso y por intereses particulares, hasta a aliarse con ellos. Finalmente vinieron en son de guerra y, poco a poco, fueron conquistando todo el territorio islámico de este lado del Estrecho.
La población los recibió muy bien. También los batalyusíes, que les abrieron las puertas de la ciudad. La clave era, como siempre, el dinero.
Los soberanos de taifas necesitaban subir los impuestos para poder pagar los pesados tributos que les imponían los príncipes cristianos, a cambio de protección –en perfecta actitud mafiosa- y eso no gustaba en las ciudades andalusíes, que, además, no apreciaban a los disolutos personajes que ocupaban el poder en cada reino.
A los Aftasíes les costó la cabeza –literalmente-, otros corrieron mejor suerte y acabaron sólo en el destierro, aunque no en la miseria. La posteridad ha llorado mucho por ellos, pero, en realidad, se lo merecían. Otra cosa es que los Almorávides se pasaron de frenada y acabaron, si no haciendo lo mismo que los taifas, si algo parecido. Siguieron siendo intransigentes, se hicieron arrogantes y no tardaron en subir los impuestos.
Aunque más tiempo que nuestro actual gobierno. Les costó salir a uña de caballo; a los norteafricanos, a nuestros gobernantes tendrá que ser a uña de voto.
En Badajoz queda un resto de aquella salida. Bueno, quedaba, porque está en Madrid sin utilidad conocida.
sábado, 22 de junio de 2013
Aftasíes
Badajoz , 20/06/2013 - Profesor Fernando Valdés
Vuelve a invocarse el espíritu de los Aftasíes para conmemorar que Batalyaws, una ciudad desaparecida, fue importante durante casi un siglo. Habría que decir, mejor: tuvo ínfulas de importancia durante casi todo el siglo XI. Porque una cosa es que sus soberanos fuesen cultos –o eso se decía- y otra que la ciudad, sus habitantes, lo fueran. Algo que intentaron comprarse aquellos impostores, usurpadores de una autoridad legalmente solo reservada a los miembros de la tribu del Profeta, fue una genealogía. Quisieron convencer a sus contemporáneos a base de contratar a todo literato venal –o sea, casi todos- de su mucho más que dudoso origen árabe.
Pero no lo consiguieron. Ellos eran beréberes, aunque, bien es cierto, llegados en los primeros momentos de la conquista de 711.
Sólo los soberanos de la dinastía de Toledo podían compartir ese mismo honor, que unos y otros intentaban disimular.
No por una cuestión de vanidad, que también, sino porque en el derecho político islámico ellos no tenían derecho a gobernar. En todos los conflictos, muy frecuentes, entre reinos, los batalyusíes siempre se alinearon en coaliciones antiberéberes, haciendo gala de grandes dosis de hipocresía. Se afeaba a los Ziríes, de Granada, o a los Birzalíes, de Carmona, su origen norteafricano, muy conocido porque pertenecían a grupos que habían pasado hacía muy pocos años a suelo ibérico, para servir como mercenarios en los ejércitos del desaparecido califato cordobés.
En definitiva, con más o menos tiempo de radicación en al-Andalus, los Aftasíes eran beréberes, les pesase o no.
Muy adaptados, eso sí, a las condiciones locales; pero, aun siendo musulmanes, sus coetáneos árabes los miraban por encima del hombro.
Muchas de las empresas de los monarcas Batalyusíes, si no la mayor parte, querían justificar su posición política y granjearse un estado de opinión favorable, en el intento de perpetuarse en el tiempo y de consolidar su poder. Nada nuevo, vamos. La jugada les salió mal. Con Badajoz no tuvieron nada que ver; nada. Esta ciudad nuestra se alzó sobre los despojos de la suya. Y, por cierto, está destrozándolos con admirable dedicación. Batalyaws y Badajoz no son lo mismo, sólo comparten solar y ruinas. Cada vez menos ruinas.
jueves, 30 de mayo de 2013
Pax Augusta
Badajoz 6/05/2013 Por el profesor Fernando Valdés
foto Alberto Cordero
La investigación histórica, por mucho que a veces parezca repetitiva, produce en ocasiones, si no novedades deslumbrantes, hallazgos inesperados, que, además de la información que aportan a la hora de iluminar sucesos concretos, abren nuevas puertas y permiten iniciar sendas inesperadas.
Es sabido que la discusión acerca del significado del término “Badajoz” ha dado lugar a muchas opiniones y a una larga discusión histórica, no sólo sobre su origen, sino sobre la posibilidad de que designara a una población romana anterior a la árabe.
En la actualidad todos los autores parecen estar de acuerdo –gracias sean dadas al maestro Ramón Menéndez-Pidal- en que el término árabe “Batalyaws” se limitó a transcribir otro prerromano y en que no es la corrupción del latino “Pax Augusta”, usado por primera vez en 1490, para explicarlo, por el cortesano Elio Antonio de Nebrija.
Eso ya lo he contado no hace mucho. Está claro que esa ciudad latina no existió nunca y que su nombre parece haber sido una mezcla llevada a cabo por el greco-latino Estrabón, quien combinó “Pax Iulia” (= Beja), con “Emerita Augusta” (= Mérida).
Pues bien, resulta que no fue un humanista castellano del Renacimiento quien primero igualó a Badajoz con la inexistente población romana. ¡Quién iba a decirlo! El primero en hacerlo fue, ni más ni menos, que el más importante de los geógrafos árabes, Abu-l-Fidá b. Ayyub, sobrino nieto del gran sultán Saladino, el reconquistador de Jerusalén.
Aquél era príncipe, acabó sus días como gobernador de Hama (1331) y escribió una importantísima obra geográfica. ¿Cómo se le ocurrió a tan eminente autor, que nunca pisó al-Andalus, fijarse en Batalyaws y dar como correcta una identificación que, hoy, sabemos es inexacta? No tengo respuesta.
Debió llegarle algún libro, quizás del propio Estrabón, y él estableció la identificación o, con más certeza, de algún colega árabe que, sin que sepamos su nombre, ya la había dado por buena.
Vamos, un científico árabe se adelantó al humanista castellano. Acaso uno y otro consultaron la misma obra. No hay como publicar un libro para que, pasado el tiempo, lo acaben citando moros y cristianos. ¡Anímense, que cualquier año pueden presentarlo en la Feria!
lunes, 8 de abril de 2013
Abd al-Rahman Ibn Marwan
Badajoz , 08/04/2013 - www.lusipedia.blogspot.com
FUENTE: Manuel Terrón Albarrán. Extremadura Musulmana
Ibn Marwan es una de esas figuras señeras e irrepetibles de los fastos de la Extremadura musulmana que, junto a las de Mahmüd, al-Muzaffar, al-Mutawakkil o Geraldo Sem Pavor, componen ese intrépido y monumental retablo histórico de nuestros hazañosos siglos medievales.
Abd al-Rahman b. Muhammad b. Marwan, fundador de Badajoz y artífice de su capitalidad, sin cuyo antecedente no se hubiera producido como eje del reino aftasí —génesis de una concepción geohistórica cuyas contingencias políticas sobrevivirían permanentes— aparece, con su silueta errante y legendaria, como uno de esos hombres dramáticos que el destino coloca en el mágico e ininteligible juego de la historia: tal es la importancia que damos a nuestro personaje. Y lo hacemos convencidos de que, al escribir historia, estamos valorando no sólo unos acontecimientos —necesarios siempre a la primera persona del discurso— sino a sus resultados, no tan solo inmediatos sino futuros, porque esos son los que, en un encaro planetario de la historia, permiten que esta sea entendida en su más asombroso mensaje.
Dozy, que llamó a Ibn Marwan renegat audacieux, le dedicó algunas sabrosas páginas de su Histoire des musulmans d'Espagne; Codera hizo un detallado y completo resumen de sus hechos y su familia en su opúsculo Los Benimeruan en Mérida y Badajoz; Lévi-Provençal ajustó sus hazañas en su Historia de la España Musulmana utilizando pasajes inéditos de Ibn Hayyan; Sánchez Albornoz le dedicó dos densos y apretados capítulos de su obra El Reino de Asturias; Isidro de las Cagigas ofreció tensos pasajes de sus Mozárabes; el profesor cairota Makki, en su edición del Muqtabis II de Ibn Hayyan, aclaró en sus notas textuales algunos aspectos históricos y biográficos, y anunció un específico ensayo sobre la revolución del muladí en Orientalia Hispánica. Los cronistas musulmanes Ibn al-Qütiyya, Ibncldari, Ibn al-Atlr, Ibn Jaldün, Ibn Hayyan, nos han dejado completos y suficientes relatos sobre las vicisitudes de los Banü Marwán los que, con el aprovechamiento de los textos de Ibn Hayyan no traducidos aún, nos permiten ajustar no poco los movimientos y escenarios por donde el intrépido cabecilla anduvo. No contamos, empero, por estar desaparecida, con la crónica dedicada a nuestro personaje por al-iRazi, contemporáneo de los Banü Marwan, de la que da cumplida noticia la Risála fl fací al-Andhlus de Ibn Hazm. Algunas noticias escuetas de los acontecimientos nos dieron los cronistas cristianos: el Albeldense, el Chronicon Lusitano, el de Sampiro y Ximénez de Rada.
Los cronistas y autores llaman a Ibn Marwan, al-Yilliql, es decir el gallego. Al-Dabbi señala que Ibn Marwan era hijo de Marwan al-Yilllql nombre que tomó de su país, lo cual no quiere decir que Ibn Marwan fuera oriundo de lo que hoy conocemos por Galicia, pues si los geógrafos musulmanes nunca llegaron a distinguir netamente Galicia, los historiadores árabes incluyen bajo la denominación de Yilllqíyya tanto a Galicia como Asturias y el reino de León. Por tanto, lo que viene a significar todo esto es que el más próximo ancestro, en todo caso, de nuestro personaje procedía de los reinos cristianos. Se ha entendido por algunos historiadores que el hecho de que apareciera en Marida un primer Yilllql, impide que tal apodo recayera en nuestro Ibn Marwan por su alianza con el asturiano Alfonso III. Ya Dozy, y más tarde Simonet hicieron esta acotación, mientras Codera había hecho la otra; el historiador badajocense Martínez y Martínez se guió de Dozy, y tuvo a mano una nota posterior de Codera, proporcionada por Saavedra que le hizo rectificar. Pero en este punto, a pesar de todo y de lo contradictorio que pueda resultar su texto, Ibn Jaldun lo expresó con una claridad tajante en un texto que viene a decir, tras la sublevación de Ibn Marwan en el 868, que al efectuarse —por el emir Muhammad— una expedición militar contra los gallegos, uniéronseles los muladíes (a Ibn Marwan) con quienes se dirigió a la frontera y pactó con Alfonso III, rey de dichos gallegos, causa por la cual a Ibn Marwan se le aplicó el apodo de el Gallego. El otro sobrenombre, al-Maridí, evidencia que era de Mérida. Desde tiempos atrás debió establecerse en esta ciudad su familia, oriunda, sin duda, de los pagos cristianos del Norte de Portugal, o de cualquier otro espacio de los reinos de León o Asturias.
Ibn Marwan al Yilllql era un muwallad, un muladí, es decir un renegado de su religión que, mediado el siglo IX, vivía en Mérida y al que, bien pronto, debió brotarle ese sentimiento de rebeldía e independencia que centelleaba en el alma tensa y abrupta de los extremeños. Volvería con él, nunca fue olvidado, ese dramático nacionalismo de raza y paisaje que alentaba en el miajón de los terruños del Guadiana, y que reverdecía en inversa proporción a las represiones omeyas; Cagigas compara el sentido patriótico de la sublevación de Marwan, de cuño nacionalista, con aquel que presidió la postura de Suintila o los mozárabes toledanos. Encontraba Ibn Marwan una vez más en Mérida esa población abigarrada de beréberes levantiscos, muladíes aventureros, judíos cosmopolitas y mozárabes cuyo hispanismo se mantenía llameante. Supo el intrépido caudillo aprovechar los arraigados nudos religiosos de cada facción y mixturarlos en una urgente y maniobrera combinación política. Codera al que siguieron Cotarelo y Martínez y Martínez, uncido este más literalmente a Simonet, señaló unos posibles yerros de Dozy continuados por Simonet que rectificó enseguida, al interpretar pasajes de Ibncldarl e Ibn Hayyan según los cuales nuestro personaje predicó entre sus adeptos, para conseguir sus fines, una nueva religión, término medio entre islamismo y cristianismo.
No podemos, a la luz de nuestras fuentes cronísticas, precisar con justeza la frontera religiosa flanqueada por Ibn Marwan entre secuaces de tan dispares convicciones. Pero no dudamos en que el muladí emeritense hubo de apoyarse en compleja base político-religiosa que permitiera una cohesión suficiente para asegurar sus difíciles éxitos. Tal fuerza de cohesión es señalada por los propios cronistas: los graves acontecimientos dentro del Islam que dice Ibn al-Qütiyya no parecen indicar otra cosa. Isidro de las Cagigas más recientemente resucitó el tema, afirmando esta iniciativa y actividad religiosa a la vista de la configuración ideológica de aquel tiempo, lleno de indecisiones y errores heréticos, confundidos y mezclados entre musulmanes y cristianos; ensayos y reformas hoy disparatados, no se tenían entonces por tales. Prueba concluyente del coherente movimiento de Ibn Marwan fue la larga duración de su principado a pesar de las violentas represiones omeyas.
Es indudable que uno de los grandes apoyos del bravo muladí, el que era un neomusulmán, un muwallad, fueron precisamente los cristianos. Veremos más adelante como cristaliza este apoyo. No sólo se sirvió de ellos en sus filas sino que además se alió con Alfonso III y llegó a combatir a su lado. Esa es la razón por la que Ibn Hayyan escribía que se alejó de las filas musulmanas para entrar en las de los cristianos. Prefirió su amistad y su alianza a la de los fieles que se dirigen en sus oraciones hacia la qiblah..., para añadir seguidamente este texto expresamente significativo: su política estaba orientada en sentido netamente español, es decir, daba preferencia a los muladíes y los prefería a los árabes. Quedan así ratificadas las palabras de Ibn al-Qütiyya de que llegó a ser el jefe de los renegados en el Occidente. Pero Ibn Marwan se acomodó, no obstante, a los cambios oportunos. Cuando obtuvo licencia para reedificar Badajoz se pasó otra vez a las filas islámicas y luego volvió a la rebeldía.
Los cronistas musulmanes nos ofrecen un duro y expresivo retrato de nuestro personaje, pasado, naturalmente, por filtros no poco parciales. Pero sus textos descubren la energía, el talante guerrillero, la astucia y sagacidad de un hombre que había de batirse errante y a diario, ora atrincherado en los baluartes roqueros de la Baja Extremadura, ora en correrías desatadas por los ásperos caminos andaluces, con un enemigo poderoso e implacable. Ibn al-Qütiyya dice que era agudo, artero y perspicaz para la guerra en tal extremo que no había quien le aventajase; Ibn Hayyan le calificó de una malignidad tan insuperable que cualquiera podía gemir ante su mirada, y en otro pasaje que tenía fama de caudillo temible, sus noticias eran muy celebradas y sus ataques dejaron un saldo desfavorable en su conjunto. Sus actos crueles le valieron gran reputación y respeto entre los emires sus rivales, que terminaron por colocarle por encima de ellos.
lunes, 18 de marzo de 2013
HISTORIA
Badajoz , 11 / 03 / 2013 Profesor Fernando Valdés
Foto : Alberto Cordero
Ya se acerca la Feria del
Libro. Si el tiempo lo permite, además de celebrarla, creo que vamos a poder
asistir a algún acontecimiento editorial. No digo más. Aparecerá un libro
relacionado con la historia de Badajoz que hacía falta. Tiene relación, entre
otras cosas, con el nombre de nuestra ciudad, que fue cosa muy debatida en
otros tiempos, por mor de las primacías diocesanas. Beja y Badajoz pelearon o,
mejor, sus canónigos, por atribuir a una u otra la situación de las romanas
“Pax Augusta” y “Pax Iulia”, o las dos. Había que encontrarle a la población
una progenie romana, que era lo que molaba.
El nombre Badajoz sería la
corrupción de uno u otro y los culpables de semejante descalabro filológico,
los árabes. No iba a ser menos. Pero hubo arabista, o árabe de origen, que
pretendió, con la misma falta de argumentos, que Badajoz era la corrupción
–esta vez debida a los invasores neogóticos- de “bab al-yawz”, la puerta del
nogal. Y eso sin que nadie supiera dónde quedaba semejante acceso, ni por qué
un nogal en vez de, por ejemplo, un ailanto. Árbol emblemático donde los haya.
Aquí crecen solos sobre cualquier monumento, con frenesí encomiable y sin
reacción municipal aparente.
Pues, volviendo a lo
nuestro, ni latinistas, ni arabistas tenían razón. Fue el insigne historiador
don Ramón Menéndez-Pidal quien dio en el clavo. La palabra es prerromana. Que
es como decir perteneciente a un pueblo desconocido. Alguien pensaría que eran
celtas, pero eso, entusiasmos aparte, está por demostrar. Y tampoco sabemos qué
significaba. Vamos, que sólo sabemos que no sabemos.
Yo podría aventurar que
Badajoz significaba, en su forma primigenia, “lugar donde abundan los
historiadores”. Seguramente estaré confundido. Creo que los almohades ya
tuvieron problemas porque una asociación de Amigos de Batalyús se quejó al
califa de que, con su ampliación, estaban destrozando la hermosa alcazaba de
los aftasíes. ¿Dónde vamos allegar con tantas rehabilitaciones?, decían, en
árabe. - Claro, como son almohades se pasan la Ley del
Patrimonio que nos dejaron los califas omeyas por el arco de herradura. Apuntada, por
supuesto.
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