José Antonio Hinchado delante de una de las formaciones en la ladera de la Alcazaba. :: pakopí
José Antonio Hinchado ha localizado varias construcciones que pide que se excaven y analicen para saber si son árabes, romanas o visigodas
«Badajoz está llena de misterios», dice José Antonio Hinchado Alba. Este pacense de 48 años indica que la historia, especialmente de su ciudad, comenzó a interesarle desde niño y actualmente es investigador de esta materia. Hace poco recorría las laderas de la Alcazaba estudiando una teoría y se topó con una sorpresa. Habían limpiado parte de la vegetación y localizó unos muros que antes no se veían. Él cree que se trata de un yacimiento romano, árabe o visigodo y pide que se realicen excavaciones.
Estos muros parecen estar formados por aglomerado, es decir, trozos de distintos materiales compactados. Se aprecian, por ejemplo, fragmentos de ladrillo en la mezcla. «Con la vegetación pueden confundirse con rocas, pero de cerca se ve que son formaciones realizadas por los hombres y que son muy antiguas».
Los arqueólogos apuntan a que se trata de los restos de una mina
Lo que se ve, ya que puede haber otros restos enterrados, son construcciones que forman un pasillo con dos curvas. Al final hay una oquedad que parece ser una cueva, pero hay un árbol que impide el acceso.
La ubicación de estas posibles edificaciones hace que José Antonio Hinchado mantenga varias teorías aunque admite que solo tras una excavación y con diversos análisis podría datarse. «Lo único que queda claro es que son construcciones con la mano del hombre y que son antiguas».
Una de las hipótesis es que estos muros sean romanos, ya que a solo unos metros se encuentran los únicos restos romanos documentados en el casco urbano de Badajoz. También están en la ladera de la Alcazaba, muy próximos al Parque de la Legión. Se cree, aunque no hay un dictamen definitivo, que podría ser una villa.
Pero, ¿qué es? Hinchado es prudente e indica que solo tras una excavación podría determinarse con cierta seguridad. Sin embargo, dados los indicios y la ubicación, apunta a una serie de teorías. La más extendida es que podrían ser los restos de una mina. Las laderas fueron explotadas en diversas épocas con canteras y minas para extraer materiales. La importancia, por tanto, estaría en saber de qué época es este yacimiento analizando los materiales que se han acumulado.
Otra posibilidad es que esté relacionado con la Alcazaba y por tanto, tenga un origen árabe. Podría ser una galería de escape desde la fortificación, explica Hinchado, que vuelve a insistir, «había que excavar. Yo creo que, como muy moderno, es musulmán».
Este historiador ha investigado la zona a través de distintos documentos y mapas y señala dos indicios de que este yacimiento pueda ser antiguo. El primero es un plano de 1739 que dibuja la cerca vieja, es decir, por dónde discurría la muralla medieval de la ciudad, de la que recientemente han destapado restos en Puerta Trinidad. Ese mapa muestra cómo el muro se desvía en la zona como esquivando algún tipo de construcción. Hay este indicio hay que sumar otro. En un plano de 1645 se muestran las laderas de la Alcazaba y este lugar se señala con un punto rosa, según destaca Hinchado, como indicando que hay algo.
Ante todo este investigador explica que queda mucho por investigar sobre el pasado de la ciudad.