Foto : La afluencia masiva ha sido la característica principal de la XII edición de Almossassa. / C. M.
La fiesta se consolida con gran afluencia de público.El sol casi veraniego de la mañana animó una jornada que no se acabó con las lluvias de la tarde .
Badajoz , 27/09/2009 , Ana Bornay - Hoy Digital
Apenas son las once de la mañana y, mientras los comerciantes del mercado árabe se afanan en montar sus puestos, un nutrido grupo de curiosos se asoma entre las almenas de la Torre de Espantaperros.La de ayer era una oportunidad única para subir a la más llamativa de las torres albarranas de la Alcazaba y fueron muchos los que aprovecharon para fotografiar la ciudad desde un enclave al que sólo es posible acceder en contadas ocasiones.Pero pasadas las 12 hacer fotos desde las alturas se torna complicado: la afluencia empieza a ser masiva y empieza a formarse una cola interminable. En ella, un grupo de gaditanos de Trebujena esperan animados. «Llegamos anoche de excursión y la Alcazaba nos está pareciendo preciosa», relata Herminia.
La fiesta se consolida con gran afluencia de público.El sol casi veraniego de la mañana animó una jornada que no se acabó con las lluvias de la tarde .
Badajoz , 27/09/2009 , Ana Bornay - Hoy Digital
Apenas son las once de la mañana y, mientras los comerciantes del mercado árabe se afanan en montar sus puestos, un nutrido grupo de curiosos se asoma entre las almenas de la Torre de Espantaperros.La de ayer era una oportunidad única para subir a la más llamativa de las torres albarranas de la Alcazaba y fueron muchos los que aprovecharon para fotografiar la ciudad desde un enclave al que sólo es posible acceder en contadas ocasiones.Pero pasadas las 12 hacer fotos desde las alturas se torna complicado: la afluencia empieza a ser masiva y empieza a formarse una cola interminable. En ella, un grupo de gaditanos de Trebujena esperan animados. «Llegamos anoche de excursión y la Alcazaba nos está pareciendo preciosa», relata Herminia.
Abajo, la Plaza Alta y aledaños están en plena ebullición.Junto a la Puerta del Capitel, un pequeño recinto a modo de establo reúne a un jamelgo, un burro y una cabra que llaman imperiosamente la atención de los más pequeños. Junto a ellos, una escultura de arena de Ibn Marwan y dos de sus concubinas, obra del artista catalán afincado en Mérida Jerónimo García, un clásico en todas las ediciones de Almossassa. Y en el centro de la plaza, un sinfín de puestos de lo más variopinto. Tatuarse las manos con henna, ataviarse con pañuelos y demás complementos de monedas como una auténtica bailarina de la danza del vientre o hacerse con un amuleto contra el mal de ojo fue posible durante toda una jornada en la que tampoco se descuidó el apartado gastronómico ni los espectáculos callejeros.Álvaro Pessoa y su grupo, procedente de la región lusa de Serra Estela, desfilaron sin parar tocando música celtíbera con instrumentos y trajes tradicionales mientras Dina y Argo, naturales de Aveiro, deleitaron al público con acrobacias y juegos malabares.Uno de los platos fuertes del día fue el concierto a cargo de la Banda Municipal de Música de Badajoz en el que, bajo la batuta de Vicente Soler Solano, se produjo el estreno absoluto de 'Al Mossassa Batalyaws', un poema sinfónico a Ibn Marwan compuesto por el propio maestro que fue muy aplaudido por los presentes. La obra fue muy aplaudida por los cientos de espectadores que trataron de huir del sol cobijándose bajo la vegetación de los Jardines de La Galera y entre los que se encontraban el alcalde, Miguel Celdrán, la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz, el director Isidro Leyva y elactor Fernando Guillén.Como nota negativa, la escasez de aparcamientos. «En torno a las 13.10 ha cerrado el acceso a los aparcamientos de la Alcazaba y hemos tardado una hora en aparcar», lamenta una ciudadana.Por la tarde, la lluvia aguó la fiesta, aunque la obra de teatro 'La Osadía de Ibn Marwan' convirtió El Campillo en un auténtico teatro.