* La ejecución de la primera fase de rehabilitación roza el 70% y estará concluida en marzo.
* Los trabajos han pasado ya la Torre de las Siete Ventanas y se centran ahora en el área del almacén de El Metido
La Alcazaba de Badajoz está pasando por una intensa regeneración. Si se tratase de una intervención médica, el recinto amurallado estaría siendo sometido a una seria cirugía tanto general como estética. La camilla ha sido sustituida por los andamios, el bisturí por la paleta y los fármacos por distintos materiales de obra.
La operación que se está llevando a cabo sobre este monumento árabe es larga y compleja, pero necesaria. Se trata de la primera fase del plan que pretende rehabilitar, recuperar y consolidar de manera integral la Alcazaba. El lienzo, las torres y las puertas que se extienden entre Puerta de Carros y la Torre de las Siete Ventanas (en el extremo oeste de la Alcazaba) ya han sido reparados. Los operarios se encuentran en estos momentos trabajando en el almacén de El Metido.
Hay que tener en cuenta que, pese a lo avanzado que se encuentra el proyecto, este emblemático espacio aún continúa en quirófano. Ya se ha ejecutado un 67% del mismo y la previsión es que los trabajos finalicen en el primer trimestre de 2012. «Todo dependerá de las lluvias. Si tenemos un clima favorable estará listo para enero o febrero», explica Jorge López, uno de los arquitectos que conforman el equipo técnico.
Cuando se inició la actuación, la Alcazaba estaba en estado crítico. El tiempo, la erosión y sobre todo la humedad, (además de los erróneos procedimientos utilizados en restauraciones anteriores) han dañado la piel de este enclave. «Ha sufrido mucho, sobre todo en la parte en la que estamos trabajando ahora, ya que fue muy castigada durante la Guerra de la Independencia», dice.
Para recuperar y sanear la muralla, se están utilizando los mismos materiales, iguales proporciones e idénticas técnicas que las que se usaron para levantar originariamente la fortaleza. Además, a lo largo del lienzo se pueden apreciar las distintas fases históricas por las que pasó este monumento, ya que cada parte se ha ido reconstruyendo acorde a la patología que padece y respetando la época a la que pertenece. Así, sobre la cara de la muralla se pueden apreciar distintos colores y texturas.
En las áreas originales más perjudicadas han aplicado mortero de cal (tierra, agua y cal). En cambio, en aquellos lugares en los que en otras rehabilitaciones se utilizó mampostería (colocación de ladrillos y piedras) se está adoptando el mismo sistema, pero con materiales que garantizan la impermeabilidad. «Donde tenemos tapia original se ha dejado, donde hay fábrica restaurada con mampostería se mantiene el mampuesto y se aplica una capa de cal para dar uniformidad y donde estaba muy dañado se ha hecho nuevo con mortero de tapia».
La técnica que se está usando para recuperar el grueso de la muralla es el encofrado. Se consigue poniendo palos de manera horizontal y sobre ellos se ajustan tablas formando un molde que se protege con otros palos colocados de modo vertical. Una vez habilitado el molde, se vierte la argamasa elaborada con tierra y cal, sustancia que se va apisonando y dejando secar para que endurezca. «Este sistema se usará cuando comencemos a restaurar la barbacana», destaca Jorge López. En aquellas zonas más difíciles de poner en práctica esta técnica (sobre todo en fisuras laterales) se instalan unos ladrillos elaborados de la misma sustancia para que sea más fácil de rellenar las cárcavas.
En la parte de la tenaza (muro levantado en el siglo XVIII después de que el lienzo original se perdiese) se han reconstruido los peldaños y se ha recuperado el empedrado. Por otro lado, se ha rescatado el adarve (parte superior de la muralla por la que paseaba la guardia), camino por el que podrán andar los visitantes.
Respecto a la arqueología, las excavaciones se han paralizado. «Las labores de arqueología más importantes ya se han realizado. Hay mucho que excavar, pero no se le puede cargar ese presupuesto a la intervención en la muralla. El proyecto trata de consolidar y restaurar el lienzo, el yacimiento arqueológico no es el objeto de la obra. El dinero para saber lo que tenemos aquí debajo tendrá que salir de otro lado», manifiesta el arquitecto.
Tanto es así, que por ahora no se va a restaurar la puerta almohade que salió a la luz ni el arranque de las escaleras de la coracha que se descubrió con las excavaciones iniciales. Ambos hallazgos tendrán que esperar a que se realice un proyecto de restauración o musealización concreto. De momento, para que estos elementos históricos no sufran, se cubrirán con el objetivo de protegerlos de las inclemencias meteorológicas. «Estas actuaciones no son abordables en esta obra». Este diario se ha puesto en contacto con la Secretaría de Estado de la Vivienda para saber en qué fase se encuentra el reformado del proyecto que se estaba tramitando para ampliar el presupuesto destinado a arqueología, pero no ha obtenido respuesta.
Esta actuación, que abarca hasta la Puerta del Alpéndiz (1.200 metros), está financiada con fondos estatales y cuenta con un presupuesto de 3,5 millones de euros.
domingo, 18 de septiembre de 2011
La Alcazaba, regenerada tras el 'lifting'
BADAJOZ-18.09.11- TANIA AGÚNDEZ HOY.ES
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